miércoles, 31 de marzo de 2010

La curul sin dueño

La forma como se asigna la curul que le da participación en la Cámara a las minorías políticas permite que se den situaciones verdaderamente paradójicas en tiempos de eleciones. El partido Alas, que no logró el 2% del total de los votos validos, perdió su personería jurídica y con ella la financiación del Estado. Sin embargo, Alas logró ganar una curul en la Cámara de Representantes por Magdalena, con el candidato Roberto José Herrera.

Pero si Alas no hubiera ganado esa solitaria curul, no solo habría conservado su personería jurídica, sino que habría recibido una especie de premio de consolación, la curul de minorías políticas. Para terminar de completar la lista de “curiosidades” electorales, la curul que estuvo a punto de ganarse Alas, no se le entregará a ningún partido por falta de aspirantes. ¿Cómo es posible esto?

A diferencia de las otras circunscripciones para minorías, como la de negritudes o indígenas, ningún partido o movimiento puede inscribirse particularmente para participar por la curul de minorías políticas. Todos los partidos que se inscriben buscando un lugar en la Cámara por un departamento tienen la posibilidad de ganar esta curul si cumplen tres requisitos: haber inscrito listas a la Cámara en al menos 11 departamentos, no ganar ninguna curul en ninguno de ellos, ni en Senado y no tener más del 70% de sus votos concentrados en un solo departamento. En resumen, es una especie de premio para los partidos perdedores que puedan garantizar cierta participación en varias regiones del país.

Teniendo en cuenta estos requisitos, hasta el momento no existe ningún partido que los cumpla para ganar este lugar en el Congreso. Por esta razón, si los resultados del escrutinio confirman los datos del preconteo, no se le entregará a ningún partido esta curul, según le dijo a Votebien el magistrado Marco Emilio Hincapié, presidente del Consejo Nacional Electoral, CNE. Sería la primera vez que esto sucede desde que se entrega una curul en la Cámara de Representantes a las minorías políticas.

Este complejo sistema es el resultado de una ley diseñada con poca coherencia y que perjudica a las verdaderas minorías políticas, según dijo el constitucionalista Juan Manuel Charry. ” El hecho de que nadie pueda ganar refleja que el legislador no previó adecuadamente lo que podía pasar cuando hizo la ley. Las reglas son demasiado enredadas, no puede ser que para ganar una curul haya que perder en todas las circunscripciones”, explica Charry.

Para los partidos de minorías ganar esta curul significa recibir financiación Estatal, presentar candidatos a las elecciones locales de 2011, y avalar a aspirantes al Congreso y la Presidencia de la República en 2014. El partido Opción Centro, que ganó la curul en 2006 y que cambió su nombre a Partido Verde, además de recibir 600 millones de pesos en 2009 de financiación estatal, pudo elegir varios alcaldes, concejales y diputados en todo el país, ganar varias curules al Senado en las pasadas elecciones y contar con candidato presidencial propio: Antanas Mockus. Este mismo partido ganó también la curul de minorías políticas en 2002, participando en las elecciones con el nombre de Alianza Democrática M19.

El representante Rodrigo Romero, congresista que actualmente tiene la curul de minorías, dice que su partido ganó dos veces porque conformó listas preparándose específicamente para ganar en esa circunscripción. Romero señala que no hay partidos ganadores, simplemente porque ningún partido se siente minoría y todos le apuestan a pasar el umbral. “Creo que el sistema está bien diseñado. El problema es que las verdaderas minorías políticas son los movimientos de ciudadanos que se presentan por firmas y si quieren gana esa curul tienen que presentarse en 11 departamentos, lo que tiene un costo económico muy alto”, explica Romero.



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